Síntesis informativa de los movimientos / 8-6-2011

Minga Informativa de Movimientos Sociales
 
El reingreso de Honduras al seno de la Organización de Estados Americanos (OEA) fue considerada como una burla al pueblo hondureño, denunció un conjunto de organizaciones populares hondureñas que rechaza una pretendida reconciliación sobre la base del olvido, pues solo favorece a la impunidad.  Precisamente, este retorno a la OEA también fue calificado por el Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH) como una legalización del golpe de estado, porque incluso reconocidos golpistas integran el actual gobierno de facto.  Asimismo, organizaciones de Feministas en Resistencia (FER) alertaron a la OEA que en Honduras se siguen produciendo violaciones a los derechos humanos por parte de fuerzas represivas del Estado.
 

Vale tener en cuenta que el próximo 28 de junio se cumplirán dos años de la heroica resistencia del pueblo hondureño al golpe militar contra el gobierno legítimo del presidente José Manuel Zelaya.  Ese día, tendrá lugar una gran Jornada continental de solidaridad con Honduras en la que intervendrán solidariamente diversos movimientos sociales y populares de América Latina y el Caribe.  Cabe recordar que luego de 23 meses de destierro Zelaya pudo regresar a su país y fue recibido por más de un millón de personas.
 
Mientras tanto, en Perú por primera vez la izquierda llega democráticamente al poder a través de la alianza Gana Perú, liderada por Ollanta Humala, quien venció en las recientes elecciones del 5 de junio, a la candidata derechista Keiko Fujimori.  La Coordinadora Andina de Organizaciones Indígenas (CAOI), con sede en Lima, considera indispensable el cambio del modelo neoliberal y estima que las elecciones no terminan en el ánfora, por lo tanto el movimiento social tiene la tarea de fortalecerse.
 
Entretanto, en la región sureña de Puno, frontera de Perú con Bolivia, una vez terminada la tregua electoral, las comunidades afectadas por proyectos mineros han retomado su lucha para exigir que el gobierno central resuelva los conflictos socio-ambientales pendientes y que no postergue la solución de los conflictos para el próximo gobierno.  Por su parte, la Confederación Nacional de Comunidades del Perú Afectadas por la Minería (CONACAMI), alertó que en los últimos días los principales dirigentes y autoridades locales de esta movilización han sido denunciados por supuestos delitos contra el patrimonio y la tranquilidad pública, en un nuevo intento del gobierno por criminalizar la protesta social y desacreditar a sus líderes.
 
Una de las razones para el elevado número de conflictos sociales entre comunidades indígenas y diferentes gobiernos en América Latina es la falta del reconocimiento de la consulta previa a los pueblos como lo marcan los estándares internacionales, aseguró el Foro Permanente para Cuestiones Indígenas de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).  En el mencionado Foro internacional, la Organización Nacional de Indígenas de Colombia (ONIC) y la Coordinadora Andina de Organizaciones Indígenas (CAOI) constataron la falta de respeto por las concepciones alternativas de los indígenas fundamentadas en el concepto del buen vivir.  Esta preocupante situación en que viven los pueblos originarios los expone al riesgo de extinción física y cultural.
 
En Ecuador, la Confederación de Nacionalidades Indígenas (CONAIE) se pronunció respecto al retorno a las negociaciones del gobierno de Rafael Correa para un tratado de libre comercio con la Unión Europea, ratificando su rechazo al TLC, al libre mercado y a la minería a gran escala. Y su apuesta por la revolución agraria, la soberanía alimentaria y el comercio justo y equitativo.
 
En Guatemala la Coordinadora Nacional de Organizaciones Campesinas (CNOC) participó en el “Encuentro sobre cambio climático y defensa del territorio”.  Los participantes repudiaron el actuar del gobierno que utiliza el tema del cambio climático solo para agenciarse de recursos pero hasta el momento no se cuenta con una política de divulgación sobre los efectos negativos que causan las grandes empresas y los países desarrollados.
 
Por último, la nueva crisis de precios alimentarios, originada por una demanda creciente de recursos renovables, coloca al planeta al borde del colapso, como informa la nueva edición del boletín Nyéléni (No. 4).  Los patrones de consumo y de desperdicios son insostenibles.  Los cultivos se desvían hacia el combustible.  Mientras tanto, persisten niveles crónicos de hambre.  La conclusión es que ha llegado la hora de colocar a las personas en el centro del sistema alimentario.