El miedo, la verdadera causa del golpe en Honduras

M. H. LAGARDE

Entusiasmados por el retroceso que ha significado el pantano de la posición mediadora propuesta por Estados Unidos, algunos de los asesores del golpe han empezado a darle a la sin hueso y han empezado a descubrir cuáles son las verdaderas causas del golpe perpetrado contra la democracia en Honduras.

Ya no queda duda, como muchos comentaristas habían señalado con anterioridad, el secuestro de Zelaya no es un problema hondureño sino un ataque contra el despertar de los pueblos en América Latina, algo que por lo visto Estados Unidos no está dispuesto a permitir de brazos cruzados.

Para impedir una verdadera integración latinoamericana, quienes promovieron el golpe desde Washington, han usado nuevamente a sus viejas marionetas de la CIA, expertos en defender constituciones a punta de bayonetas. Tal es el caso de dos contrarrevolucionarios de origen cubano, Otto Reich, ex subsecretario de Estado para América Latina durante el gobierno de Bush y del agente de la CIA, con fachada de intelectual, Carlos Alberto Montaner.

Según se ha hecho público, tanto Montaner como Reich, estuvieron en contacto permanente con los golpistas, utilizando agentes intermediarios directos, así como a través de un buen número de llamadas telefónicas. Otto Reich desde Panamá y Montaner más cauteloso, utilizando un puente electrónico desde Madrid y Miami.

Según acaba de decir en la Cámara Baja, Otto Reich: el Alba, "inventado por [Fidel] Castro y financiado por Chávez" tiene un "modus operandi" consistente: subvertir los fundamentos del autogobierno, como elecciones libres y referéndum, para consolidar poder, concentrarlo en las manos del Ejecutivo, disminuir constantemente las libertades civiles y después cambiar las reglas y hasta las definiciones de la democracia para permanecer en el poder de manera indefinida por cualquier medio necesario, incluyendo la fuerza".

Al mismo tiempo, en una entrevista para un medio español, el agente CIA, con ínfulas de doctor, ha asegurado: " Éste es un mensaje muy claro al presidente de Salvador, Mauricio Funes (no es chavista sino comunista). Funes tendrá que medir mucho sus pasos después de lo que ocurrió en Honduras. Cualquier intento de arrastrar al país a un modelo chavista puede producir en El Salvador un enlace violento".

De acuerdo con esas declaraciones está más que claro que la verdadera causa del golpe ha sido el miedo. El miedo a perder, de una vez por todas, la antigua influencia norteamericana en una región que hasta ayer formó parte del traspatio del imperio.

Como casi siempre, el miedo genera actos de desesperación y los desesperados no suelen razonar con cordura y suelen perder hasta la memoria. Los golpistas debían recordar que los nuevos derroteros escogidos por los pueblos de América fueron desbrozados, durante el siglo XX, por el filo de las mismas bayonetas que hoy esgrimen contra el pueblo de Honduras.

Tomado del Periodico Granma