Miembro del MDP y de la Mesa frente a la Minería es amenazado de muerte

Estimados ciudadanos, quiero informales y denunciar por este medio la amenaza de muerte que he recibido por medio de una llamada telefónica.

Desde el día sábado 22 de enero del 2011, a las 22:00 horas, comenzamos a recibir llamadas telefónicas en nuestra casa, llamadas que realizaban al teléfono fijo asignado a ésta y a mi celular. Al momento de responder cortaban. Así pasamos hasta el domingo 23 de enero del 2011 a las doce horas con veinte minutos, cuando volvieron a llamar al número asignado a la casa. Al responder, un hombre preguntó por Héctor Berríos, y cuando le respondí a la persona sobre su identidad, esta me respondió: "Ricardo, un amigo de él".




Al preguntarle desde dónde le llamaba, la persona expresó que desde Mejicanos. Luego le pregunté sobre lo que quería conversar con él, y solo me preguntó si yo era Hector, y yo le respondí que no. Luego me preguntó sobre el paradero de Hector, y le dije que él ya no vivía en este lugar, pero que si le quería dejar algún recado que yo se lo podía dar. Entonces me dijo: "déme el numero celular de él". A lo que le respondí: "si usted dice ser amigo de Héctor, debe tener su número de celular, entonces puede llamarle".

No habría pasado ni un minuto cuando sonó de nuevo mi teléfono celular, al responder, esta fue la conversación que yo tuve con la persona anónima:

-Anónimo: Hola Héctor, te habla Ricardo.
-Hector Berríos: dígame, en qué le puedo ayudar?
-Anónimo: te estoy hablando por algo que está pasando.
-HB: dígame, le escucho.
-Anónimo: nos han pagado mucho dinero para asesinarte.
-HB: cuénteme, quién le ha pagado para asesinarme?
-Anónimo: es una mujer y un hombre que nos buscaron para asesinarte, ya sea a vos o a uno de tu familia, y te hemos estado observando en San Isidro y Mejicanos. Ya te tenemos cerca. Mirá, sabemos que trabajás para la gente y vemos mala onda matarlos, y por eso quiero conversar con vos, para que lleguemos a un arreglo...
-HB: está bien, podemos conversar. Sólo decime un nombre y seguimos conversando...
-Anónimo: necesitamos llegar a un arreglo. Te vamos a dar el nombre y te vas a cuidar de esa gente y te vas a retirar de lo que andás haciendo...
-HB: decíme un nombre o no sigamos hablando...
-Anónimo: A nosotros nos vale verga. Ya nos pagaron por vos...
-HB: Y, entonces, por qué no lo hacés, yo no hago arreglo con personas que desconozco.

En ese momento corté la llamada telefónica.

Quiero expresarles que en los días de enero he estado denunciando una serie de asesinatos que se han realizado en Cabañas. Los asesinatos han sido contra jóvenes que participaron en el proceso de investigación en el asesinato de Marcelo Rivera: uno era el testigo criteriado y otro un joven que fue señalado como autor directo en el asesinato.

De igual forma, denuncié el intento de homicidio contra el señor William Iraheta, quien reside en San Isidro, Cabañas, a quien le dispararon nueve balazos al momento en que ingresaba a su vivienda. El senor Iraheta en su denuncia menciona el nombre y apellido del hechor y del por qué, por segunda ocasión, lo intentan asesinar después de haber roto relaciones con el Alcalde de San Isidro.

De igual forma, he avisado a diferentes instituciones a nivel nacional e internacional sobre una serie de amenazas a ambientalistas en la última semana. Me preocupa la falta de voluntad con que las instituciones, como la Fiscalía General de la República y la Policía Nacional Civil ven estos hechos de violencia en el Departamento de Cabañas, en donde todo lo reducen a “delincuencia común”.

Efectivamente existe la posibilidad que sean pandilleros los que son contratados para realizar estas actividades, pero más allá de quiénes son los autores materiales, no veo voluntad de llegar a esclarecer sobre quiénes los contratan, quiénes proporcionan el dinero o las armas y de quiénes son los celulares que utilizan para amenazar. El simple hecho de expresar que "se tiene voluntad", por las jefaturas de estas instituciones, no significa nada, cuando no se ven acciones concretas que permitan garantizar la seguridad a la integridad física de las personas.

Eso pasa, en primer lugar, por asignar recurso logístico y personal técnico orientado a investigar las diferentes hipótesis que expliquen el fenómeno de la violencia contra defensores de los Derechos Humanos en Cabañas. La voluntad se concretiza por asignar un grupo de investigadores y fiscales que determinen las causas de esta violencia. Que al equipo técnico se les asigne vehículos y armas, ya que en relación a la seguridad prestada por el personal de víctima y testigos, no tienen vehículo asignado y ni armas adecuadas para la zona rural que es donde nos movilizamos.

En los últimos hechos de violencia, se les a consultado a las víctimas si los han entrevistado o han realizado inspecciones en el lugar de los hechos, y estos han respondido que no, que no los han entrevistado y ni se les ha informado sobre quién o quiénes arremetieron contra ellos.

En mi caso, como en el de otros compañeros y compañeras, existen medidas cautelares dictadas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, en donde recomiendan al Estado salvadoreño adoptar medidas cautelares necesarias para garantizar la vida y la integridad física nuestra.

Sobre esa base, exijo, en calidad de víctima, a las instituciones encargadas de ejecutar y verificar el cumplimiento de la resolución de la CIDH, hacerlo y no dilatar más las acciones como lo han venido realizando, de lo contrario responsabilizo a las misma de permitir cualquier hecho de violencia en contra de mi integridad física y mi vida, como en contra de cualquier miembro de mi familia.

Hector Berríos
Movimiento Unificado Francisco Sánchez-1932
MUFRAS-32